Crítica de Creep: una noche de terror en el metro

Creep es una película de terror del 2004 escrita y dirigida por Christopher Smith, un cineasta británico que debutó con este filme y que luego ha hecho otras películas del mismo género, como Severance, Triangle o Black Death. 

En Creep nos presenta la pesadilla de una mujer que queda atrapada en el metro de Londres durante la noche y es perseguida por un asesino deformado que vive en las cloacas.

La estación de Charing Cross donde transcurre gran parte de la película es en realidad una plataforma abandonada de la línea Jubilee. Fue cerrada en 1999 pero se usa a menudo para rodar películas y series de televisión que requieren una localización moderna de metro.

La película se estrenó en el festival de cine fantástico de Frankfurt en Alemania, el 10 de agosto de 2004 y luego se distribuyó en Reino Unido y otros países, sin llegar a tener mucho éxito ni repercusión.

Lo mejor: la idea inicial, la atmósfera y el maquillaje del villano

Lo mejor de la película es que parte de una idea inicial interesante y original: una mujer que queda atrapada en el metro de Londres durante la noche y es perseguida por un asesino deformado que vive en las cloacas.

La protagonista, Kate (interpretada por Franka Potente, la actriz alemana que saltó a la fama con Corre, Lola, corre), se enfrenta a una situación de terror puro, sin saber qué o quién la acecha en la oscuridad.

El espectador comparte su angustia y su desconcierto, y se pregunta qué secreto se esconde tras el misterioso asesino, llamado Craig (interpretado por Sean Harris, un actor británico que ha trabajado en series como The Borgias o The Terror).

Y es que las escenas de suspense son bastante buenas, creando una atmósfera opresiva y claustrofóbica en los oscuros túneles del metro.

La película también tiene algunos momentos de gore y violencia, que pueden satisfacer a los amantes del género. El maquillaje y los efectos especiales son bastante convincentes, y logran crear un villano repulsivo y aterrador.

Como curiosidad Sean Harris, un actor del método, no quiso socializar con nadie durante el rodaje y le llevaba siete horas al día transformarse en Craig y otras tres para quitarse todo tras el rodaje.

El diseño de producción es cuidado, y recrea con detalle los escenarios del metro y las cloacas, así como un siniestro centro médico abandonado.

Lo peor: todo lo demás

Lo peor de la película es que todo lo demás es un desastre. El guion es flojo y predecible, y no aprovecha el potencial de la premisa.

La historia se va complicando con subtramas innecesarias, que no aportan nada al desarrollo ni al desenlace. El origen y la motivación del asesino son explicados de forma superficial y poco convincente, dejando muchas preguntas sin respuesta. El final es decepcionante y poco original, y no ofrece ninguna sorpresa ni giro.

Los personajes tampoco están bien desarrollados, y resultan planos y estereotipados. La protagonista es una mujer fría y egoísta, que no genera mucha empatía ni simpatía.

Los demás personajes son meros comparsas, que sirven para ser víctimas del asesino o para ayudar a la protagonista. No hay mucha profundidad ni evolución en ninguno de ellos, ni tampoco mucha química ni diálogo.

La dirección es mediocre y abusa de los clichés del género. La película abusa de los sustos fáciles, los falsos finales y los recursos manidos. La atmósfera opresiva y claustrofóbica se pierde por momentos, dando paso a escenas absurdas e inverosímiles. La banda sonora es genérica e intrascendente.

Conclusión: una película entretenida pero olvidable

Creep es una película que cumple con su objetivo de entretener y asustar al espectador, pero que no ofrece nada nuevo ni original al género.

Es una película que se puede ver una vez, pero que no deja huella ni invita a repetir. Tiene algunos aciertos en la dirección y la ambientación, pero falla en el guion y los personajes. Es una película que podría haber sido mucho mejor, si hubiera sabido explotar mejor su idea inicial.