¿Qué se puede esperar de una película que tiene un título tan ridículo como “El ataque de los tomates asesinos”?
Pues lo que se puede esperar es una comedia absurda, una parodia del cine de terror y ciencia ficción, y una obra maestra del cine cutre.
Esta película, dirigida por John De Bello, es un ejemplo de cómo hacer una película con poco presupuesto, poca vergüenza y mucha imaginación.
“El ataque de los tomates asesinos” es una obra maestra del cine de serie B que se ha convertido en un clásico de culto y narra la invasión de unos tomates mutantes que quieren acabar con la humanidad.
¿Te atreves a verla?
Un director debutante y atrevido
John De Bello se estrenó como director con esta película, que se basó en un cortometraje homónimo que había realizado años antes.
De Bello no tenía experiencia ni medios para hacer una película convencional, así que decidió hacer una película totalmente extravagante y divertida. Se inspiró en las películas de serie B y Z, especialmente en las japonesas de monstruos gigantes, y las parodió con un humor absurdo y surrealista.
De Bello no se tomó en serio nada, ni siquiera a sí mismo, y se atrevió a romper la cuarta pared, a hacer referencias a otras películas y celebridades, y a incluir escenas delirantes y absurdas. De Bello demostró que con pocos recursos pero con mucha creatividad se podía hacer una película original y diferente.
La película se rodó en San Diego, California, y se utilizaron muchos lugares reales como escenarios, como el Hotel del Coronado, el estadio Qualcomm o el aeropuerto internacional.
Como curiosidad del rodaje señalar que el accidente del helicóptero que se ve al principio de la película no estaba planeado, sino que ocurrió de verdad. Afortunadamente, nadie resultó herido y el director decidió incluir la escena en el montaje final.
Un argumento delirante
La trama de “El ataque de los tomates asesinos” es tan simple como disparatada: unos tomates gigantes y sedientos de sangre se rebelan contra los humanos y empiezan a sembrar el caos y la destrucción por todo el país. El gobierno, incapaz de detenerlos, forma un equipo especial de agentes para combatirlos. Entre ellos se encuentra Mason Dixon, un experto en tácticas antitomate, y Tara, una chica que resulta ser un tomate disfrazado.
La película no se toma en serio a sí misma en ningún momento y hace gala de un humor absurdo y surrealista que roza lo ridículo. Los diálogos son hilarantes, las situaciones son absurdas y los personajes son caricaturescos. La película parodia los clichés del cine de terror, la ciencia ficción y el espionaje, y se burla de la política, la sociedad y la cultura estadounidenses.
Un reparto desconocido y amateur
La película no contó con ningún actor famoso ni profesional.
La mayoría de los actores eran amigos o familiares del director, o personas que se encontró por la calle. El protagonista fue David Miller, que interpretaba a Mason Dixon, un agente especial encargado de detener a los tomates asesinos.
Miller era el productor ejecutivo de la película, y aceptó el papel porque nadie más quería hacerlo.
El propio director John De Bello aparece en la película como un reportero que es atacado por un tomate en una bañera.
El actor J. Stephen Peace, que interpretaba a Wilbur Finletter, era también el productor y co-guionista de la película. Además, era senador del estado de California en la vida real.
El resto del reparto estaba formado por George Wilson, Sharon Taylor, J. Ernie Meyers, Eric Christmas y otros actores desconocidos.
Las actuaciones eran muy malas, pero eso era parte del encanto de la película. Los actores no pretendían ser convincentes ni dramáticos, sino divertidos y caricaturescos.
Unos efectos especiales caseros
Uno de los aspectos más llamativos de la película eran sus efectos especiales, que eran tan malos que resultaban encantadores.
Los tomates asesinos eran simples tomates de plástico o de verdad que se movían por medio de hilos o por el propio impulso de los actores. Las escenas de acción eran torpes y exageradas, y los decorados eran cutres y baratos. La película tenía un presupuesto muy bajo y se nota en cada plano.
Sin embargo, eso no le resta mérito sino que le añade encanto. La película es consciente de sus limitaciones y las aprovecha para crear un estilo propio y original. La película no pretende ser realista ni convincente, sino divertida y entretenida.
Una banda sonora pegadiza
Otro elemento destacable de la película era su banda sonora, compuesta por Gordon Goodwin y John De Bello.
La película contaba con varias canciones originales que acompañaban las escenas más memorables.
La más famosa era la canción principal, que se repetía varias veces a lo largo del filme y que tenía una letra tan simple como pegadiza: “Attack of the killer tomatoes / Attack of the killer tomatoes / They’ll beat you, bash you / Squish you, mash you / Chew you up for brunch / And finish you off for dinner or lunch”.
La música contribuía a crear el tono cómico e irónico de la película, y también a generar cierta tensión y suspense en algunos momentos.
La banda sonora era uno de los aspectos más cuidados y logrados de la película, y demostraba que no hacía falta tener mucho dinero para hacer una buena música.
Una recepción crítica variada
La película tuvo una recepción crítica muy variada cuando se estrenó en 1978.
Algunos críticos la consideraron una obra genial e innovadora, mientras que otros la calificaron como una basura sin sentido ni gracia. La película no tuvo mucho éxito comercial ni de público en su momento, pero con el paso del tiempo se fue convirtiendo en un clásico de culto.
La película generó un gran número de seguidores y admiradores, que la consideraban una obra maestra del cine de serie B y una parodia inteligente y divertida. También tuvo tres secuelas, una serie de animación, cómics, juguetes y otros productos derivados.
Una película para disfrutar sin complejos
“El ataque de los tomates asesinos” es una película que no hay que tomarse en serio, sino disfrutarla como lo que es: una comedia absurda y divertida que no tiene más pretensión que hacer reír al espectador.
Es una película que hay que ver con una mente abierta y con ganas de pasar un buen rato. No es una obra maestra del cine ni pretende serlo, pero tiene un encanto especial que la hace única e inolvidable.
Es una película que hay que ver al menos una vez en la vida, aunque sea solo por curiosidad.
Si te gustan las películas de serie B, el humor absurdo y los tomates asesinos, no lo dudes: “El ataque de los tomates asesinos” es tu película.
- Título original: Attack of the Killer Tomatoes!
- Director: John De Bello
- Guion: John De Bello, Costa Dillon, J. Stephen Peace
- Reparto: David Miller, George Wilson, Sharon Taylor, J. Stephen Peace, Ernie Meyers, Eric Christmas, Ron Shapiro, Al Sklar, Jerry Anderson, Don Birch, Tom Coleman
- País: Estados Unidos
- Año: 1978
- Duración: 87 minutos