La llave del mal es una película de terror e intriga dirigida por Iain Softley y protagonizada por Kate Hudson, Gena Rowlands, Peter Sarsgaard y John Hurt.
Iain Softley es un director inglés que debutó en 1994 con Backbeat, una biografía del quinto Beatle, Stuart Sutcliffe. Desde entonces, ha dirigido películas de diversos géneros, como Hackers, The Wings of the Dove, K-PAX o Inkheart.
Softley demuestra algunas carencias es sus películas y muchas veces se limita a seguir los patrones del cine comercial más convencional. Su dirección es plana y rutinaria, sin ningún rasgo distintivo ni ninguna escena memorable y su forma de contar la historia suele ser confusa y tramposa, dejando cabos sueltos y contradicciones.
Por suerte, la llave del mal es la película menos Softley de Softley aunque tiene algunos ramalazos que la delatan.
Estrenada en 2005, la cinta nos traslada a una siniestra mansión sureña en las afueras de Nueva Orleans, donde una joven enfermera se muda para cuidar de un anciano enfermo y descubre un oscuro secreto relacionado con los secretos que esconde la casa y el poder del vudú.
Un argumento que engancha
La película parte de una premisa interesante: Caroline (Hudson) es contratada para cuidar de un anciano que ha sufrido una embolia, aunque la esposa de éste (Rowlands) la acoge con bastante recelo.
El matrimonio vive en una antigua plantación donde los antiguos propietarios lincharon a la pareja de sirvientes negros. Caroline recibe una llave maestra que puede abrir todas las puertas de la casa, y decide explorar sus misteriosos rincones.
Lo que encuentra la sumerge en un mundo de magia negra, rituales y posesiones.
La película logra crear un ambiente opresivo y misterioso, aprovechando el escenario de una plantación decadente cerca de Nueva Orleans, donde se respira el pasado esclavista y las creencias en la magia negra y donde el vudú tiene una fuerte presencia.
El guion de Ehren Kruger (The Ring, Scream 3) juega con la ambigüedad y el suspense, manteniendo al espectador en vilo hasta el final. El desenlace es sorprendente e inesperado, y rompe con los clichés habituales del género.
La banda sonora de la película está compuesta por Ed Shearmur, un compositor británico que ha trabajado en películas como Cruel Intentions, Charlie’s Angels o Sky Captain and the World of Tomorrow. La música de Shearmur se adapta al tono y al ambiente de la película, creando una atmósfera opresiva y envolvente. La banda sonora combina elementos orquestales con sonidos electrónicos y étnicos, evocando el misterio y el terror del vudú.
Lo mejor: el ambiente, las actuaciones y el giro final
Las actuaciones también son uno de los puntos fuertes de la película.
Kate Hudson interpreta con solvencia a Caroline, la protagonista que se ve envuelta en una trama que supera su comprensión. Hudson demuestra que puede hacer algo más que comedias románticas, y se mete en la piel de una heroína curiosa y valiente.
Gena Rowlands es magnífica como la enigmática y temible Violet, la mujer del anciano enfermo que que oculta más de lo que parece.
Peter Sarsgaard es Luke, el abogado de la familia, un personaje ambiguo y seductor que ayuda a Caroline a investigar la historia de la casa. Y John Hurt es Ben, el anciano mudo y paralizado que intenta comunicarse con Caroline para advertirle del peligro que corre.
Es verdad que para mí Hurt está muy desaprovechado. Su personaje no tiene ningún desarrollo ni profundidad, y su interpretación se reduce a poner cara de sufrimiento.
Lo mejor de la película, sin duda, es el giro final, que sorprende al espectador con una revelación inesperada y original, que le da sentido a toda la trama y que cambia por completo la percepción de los personajes.
El final es coherente con las reglas del vudú que se establecen en la película y que se resumen en una frase: “No funciona si no te lo crees”.
La película tiene algunos fallos que le restan credibilidad y calidad. Por ejemplo, el ritmo es irregular, y hay momentos en los que la trama se estanca o se vuelve previsible.
Algunos efectos especiales son poco convincentes, y le quitan realismo a las escenas más terroríficas y algunos personajes secundarios están desaprovechados o son estereotipados, como los lugareños negros que practican el vudú.
Conclusión: una película entretenida pero no memorable
La recepción de la crítica fue mayoritariamente negativa. Algunos críticos elogiaron la actuación de los actores veteranos y el final sorprendente, pero la mayoría criticó el ritmo irregular, los efectos especiales pobres, el guion tramposo y los clichés del género.
La recaudación de la película fue moderada. La película terminó recaudando 47 millones de dólares en Estados Unidos y 44 millones de dólares en el resto del mundo, para un total de 91 millones de dólares. El presupuesto de la película fue de 43 millones de dólares, por lo que se puede considerar que la película fue rentable, pero no un gran éxito.
La llave del mal es una película que cumple su función de entretener al espectador con una historia intrigante y un final sorprendente.
Sin embargo, no es una película que destaque por su originalidad o su profundidad, ya que recurre a muchos clichés del cine de terror y deja algunos cabos sueltos.
Es una película que se puede disfrutar si se suspende la incredulidad y se aceptan las reglas del juego, pero que no deja una huella imborrable en la memoria. No es una obra maestra, pero sí una propuesta interesante para los amantes del género.
- Título original: The Skeleton Key
- Director: Iain Softley
- Guion: Ehren Kruger
- Reparto: Kate Hudson, Gena Rowlands, John Hurt, Peter Sarsgaard, Joy Bryant
- País: Estados Unidos
- Año: 2005
- Duración: 104 min.
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