Dead Set: una sátira zombi sobre la sociedad del espectáculo

Dead Set es una miniserie británica de terror y comedia creada por Charlie Brooker, autor de la famosa serie Black Mirror. La serie se estrenó en el canal E4 en 2008 y consta de cinco episodios.

Está ambientada en la casa del reality show Gran Hermano, donde los concursantes son los únicos supervivientes de una pandemia zombi que asola el mundo exterior.

La trama de Dead Set

La serie comienza con la noche de expulsión de uno de los concursantes de Gran Hermano. Mientras el público y el equipo del programa siguen el espectáculo, nadie se da cuenta de que una extraña infección se está propagando por el país, convirtiendo a los infectados en zombis sedientos de sangre. Pronto, el caos y la violencia se desatan en el plató y en las calles, y los concursantes quedan atrapados dentro de la casa, aislados del resto del mundo.

Los concursantes tendrán que enfrentarse a la amenaza zombi, pero también a sus propios conflictos, miedos y egoísmos. Algunos intentarán escapar, otros se resignarán a su destino y otros tratarán de aprovechar la situación para “ganar el juego”. Mientras tanto, el espectador asiste a una crítica mordaz e ingeniosa sobre la televisión, la fama, la manipulación y la alienación.

Una serie con mensaje

Dead Set es una serie que no deja indiferente a nadie. Tiene todos los ingredientes de una buena sátira zombi: gore, humor, sorpresas, tensión y reflexión.

También tiene sus defectos, como algunos efectos especiales poco convincentes en los que casi se ve el cartón, actuaciones un poco flojas y algunos clichés del género. Sin embargo, estos aspectos no empañan el valor de la serie, que radica en su guion inteligente y provocador. La serie no pretende ser realista ni coherente, sino hacer pensar y entretener al espectador.

Su punto fuerte sin duda es su originalidad. La idea de mezclar el reality show más famoso del mundo con un apocalipsis zombi es hilarante y novedosa. La serie explora las posibilidades narrativas y simbólicas de este escenario, creando situaciones absurdas y divertidas, pero también dramáticas y crueles.

La serie no esconde sus cartas y desde el primer minuto podemos ser partícipes de esa crítica ácida y profunda sobre la sociedad del espectáculo, que recuerda demasiado a la teoría del filósofo francés Guy Debord. Según su teoría, la sociedad moderna se basa en la producción y el consumo de imágenes que sustituyen a la realidad y que generan una falsa conciencia en las masas. La serie muestra cómo los concursantes de Gran Hermano son víctimas y cómplices de esta ilusión mediática, que los convierte en objetos de consumo y los aísla del mundo real. Hoy en día es tan aplicable todo esto al mundo de la televisión como al mundo de las redes sociales, sobra decirlo.

También se plantea una reflexión sobre el papel de los medios de comunicación en la construcción de nuestra identidad y nuestra percepción del mundo. ¿Qué nos hace humanos? ¿Qué nos diferencia de los zombis? ¿Somos libres o estamos condicionados por lo que vemos en la pantalla? ¿Qué valor tiene nuestra vida frente al entretenimiento ajeno? Estas son algunas de las preguntas que nos lanza Dead Set.

Es una lástima su duración. La serie solo tiene cinco episodios, lo que resulta insuficiente para desarrollar mejor algunos personajes y algunas subtramas. La serie podría haberse extendido más y profundizar más en algunos aspectos de la historia.

Dead Set dentro del zombieverso

Dead Set se puede comparar con otras películas de zombis que también tienen un trasfondo social o político. Por ejemplo, la serie tiene algunos puntos en común con la saga de George A. Romero, que es considerada como la precursora del género. Romero utilizó los zombis como una metáfora de los problemas de la sociedad estadounidense, como el racismo, el consumismo, el militarismo o el individualismo. Dead Set hace lo mismo con la sociedad británica, pero centrándose en el fenómeno de los reality shows y la cultura de la imagen.

También tiene puntos en común con la que se puede comparar Dead Set es 28 días después, dirigida por Danny Boyle en 2002. Esta película también se ambienta en el Reino Unido y muestra un escenario apocalíptico provocado por un virus que convierte a las personas en zombis rápidos y agresivos. La película tiene un tono más serio y realista que Dead Set, pero también hace una crítica a la violencia humana y a la pérdida de valores.

Conclusión

Dead Set es una serie que hay que ver al menos una vez en la vida. Es una obra original, creativa y diferente. Es una serie que te hará reír, gritar y reflexionar. Es una serie que te sorprenderá y te hará cuestionar tu relación con la televisión y todo aquello que significa en la sociedad actual.