Estamos ante una adaptación muy libre de la novela homónima de H.G Wells. Se trata de una cinta de ciencia ficción y terror dirigida por Bert I. Gordon, un especialista en esto del género de los monstruos descomunales en 1976.
La trama
La historia se centra en un grupo de amigos que viajan a una isla canadiense para practicar caza y pesca. Allí se encuentran con una granja donde los dueños han descubierto una sustancia que brota de la tierra y que hace crecer a todo lo que la consume. El problema es que no solo los pollos se han beneficiado del alimento milagroso, sino también las ratas, las avispas y otras criaturas que se han convertido en una amenaza para los humanos.
Los protagonistas tendrán que luchar por su supervivencia contra estos animales mutantes, mientras intentan escapar de la isla y alertar a las autoridades.
Los efectos especiales
Uno de los aspectos más destacados de la película son los efectos especiales, que combinan actores disfrazados de ratón, animatronics, maquetas y trucos de cámara.
El resultado hoy en día resulta bastante divertido y muy poco convincente. También lo era para la época, no nos vamos a engañar.
Las escenas de acción son bastante torpes y las reacciones de los personajes son poco creíbles. Sin embargo, esto le da un encanto especial a la película, que se disfruta más si se ve con humor e ironía. Es una de esas películas para ver acompañado que tanto nos gustan por estas tierras.
Las actuaciones
El reparto está formado por actores poco conocidos o venidos a menos, como Marjoe Gortner, Pamela Franklin, Ralph Meeker o Jon Cypher.
Ninguno destaca por su talento interpretativo, sino más bien por su capacidad para mantener la compostura ante las situaciones ridículas que les toca vivir.
Quizás el más carismático sea Gortner, que interpreta al héroe valiente, capaz de enfrentarse a las ratas con una escopeta o un palo de hockey. Quizás decir carismático es ser demasiado generoso.
El director
Bert I. Gordon fue un director y productor estadounidense que se especializó en el cine fantástico y de terror de bajo presupuesto. Su seña de identidad era el uso de la proyección trasera para crear efectos de tamaño desproporcionado.
Fue apodado “Mr. B.I.G.” por Forrest J Ackerman, un referente del fandom del género.
Algunas de sus películas más famosas son “El asombroso hombre creciente”, “La tierra contra las arañas” o “El imperio de las hormigas”.
La película se rodó en la Columbia Británica, Canadá, aprovechando los paisajes naturales y rurales.
La recepción de la crítica
La película fue un fracaso comercial y crítico.
Fue nominada a dos premios Razzie: peor director y peor guion adaptado y la crítica la consideró una película ridícula, aburrida y mal hecha.
Sin embargo, con el paso del tiempo ha adquirido cierto estatus de culto entre los aficionados al cine fantástico y la serie B. Algunos la valoran como una obra divertida e inocente, con un mensaje ecológico y social.
Hoy en día es una obra menor dentro del género y dentro de la filmografía de Gordon.
No se puede tomar en serio ni como adaptación ni como película. Solo se puede disfrutar como una curiosidad, un producto de su época y un ejemplo de cine de serie B.
Adaptación muy libre de la novela de Wells
La película se basa muy libremente en la novela de Wells, cambiando casi todo el argumento y los personajes. Solo conserva la idea del alimento que hace crecer a los seres vivos y el conflicto entre los gigantes y los normales.
Mientras la novela se ambienta en Inglaterra a principios del siglo XX la película nos lleva a una isla canadiense en los años 70.
La novela narra la historia de varios personajes que consumen el alimento de los dioses y se convierten en gigantes, así como el conflicto social y político que esto genera mientras que la película se centra en el enfrentamiento entre el grupo de amigos y los animales mutantes que han ingerido el alimento.
En la novela nos encontramos con un tono más satírico y crítico, mientras que la película tiene un tono más de terror y acción. La novela plantea cuestiones sobre el avance científico, el crecimiento descontrolado, la ambición humana y el respeto a la naturaleza. Nada de esto se ve por ningún lado en la película. Ni lo tiene ni lo pretende.
Por suerte en la novela se nos presenta un final abierto, que deja la posibilidad de una continuación mientras que en la película el final que sugiere la destrucción del alimento y los animales no da pie a una secuela. ¡Ah no!, que existe una secuela de 1989 que es peor todavía.
En conclusión, la novela y la película tienen muy poco que ver entre sí, salvo el título y la idea básica del alimento que hace crecer a los seres vivos. La novela es una obra de ciencia ficción con un mensaje social y moral, mientras que la película es una obra de serie B con un enfoque más sensacionalista.
A pesar de todo ello es una curiosidad muy disfrutable, mejor en compañía y sin pretensiones. Así se disfruta el cine de verdad.
- Título original: The Food of the Gods
- Director: Bert I. Gordon
- Reparto: Marjoe Gortner, Pamela Franklin, Ralph Meeker, Jon Cypher, Ida Lupino, John McLiam, Belinda Balaski, Tom Stovall, Chuck Courtney, Reg Tunnicliffe
- Guión: Bert I. Gordon, basado en la novela de H.G. Wells
- País: Estados Unidos
- Duración: 88 minutos
- Año: 1976
